jueves, 30 de abril de 2009

Rotiferos















































































Olivo (Olea europaea)

Inicios:


En la antigüedad el olivo se consideraba una planta sagrada, símbolo de sabiduría, paz, victoria e inmortalidad. La mayor parte de las culturas confirieron al olivo un origen divino: para los egipcios fue un regalo de Isis y para los griegos de Atenea. Desde las primeras olimpiadas (776 a.C) se utilizaron las coronas de olivo para los vencedores. Los fenicios y cananeos lo sembraban y procesaban, ligándolo también con las deidades. Para los hebreos era un símbolo de fecundidad y alianza con su deidad. Las culturas utilizaban el aceite como alimento, combustible, medicina y ofrenda religiosa. La madera, por su gran resistencia, se usaba en la manufactura de muebles y utensilios. Los romanos sembraron el olivo en España y los españoles lo introdujeron a México.
Al conquistar la ciudad de México-Tenochtitlán, Hernán Cortés repartió las tierras fértiles a los soldados por una encomienda. El cultivo del olivo se introdujo a México por los frailes franciscanos (1531) en Tulyehualco, al oriente de Xochimilco (primer lugar de América donde se cultivó). Posteriormente se hicieron plantaciones en Tacubaya, Álvaro Obregón, Texcoco, Chalco y más tarde, en el resto de la República Mexicana.

En México, el olivo dio lugar a una verdadera industria: la producción de aceitunas en salmuera, los molinos de aceite y la venta de leña entre otras. Los pobladores incorporaron el fruto y aceite a su dieta obteniéndose fuentes de trabajo. Durante los siglos XVII y XVIII los olivares de Tacubaya cubrieron las necesidades del consumo de la ciudad de México. La proliferación del árbol fue muy buena y la producción llegó a ser tan importante que despertó el celo de la Corona Española. El temor a la emancipación hizo que Carlos III firmara la cédula Real el 17 de enero de 1774, donde prohibió a los virreyes plantar viñedos y olivos en México. En 1777 se ordenó la destrucción completa de los plantíos existentes en la ciudad, lo que resultó en estancamiento económico.

De la destrucción masiva se rescataron algunos olivos que todavía existen en el sureste de la Ciudad de México (Tulyehualco); éstos datan de los siglos XVI al XVII. El abatimiento de los lagos de la zona chinampera de Xochimilco contribuyó también con la disminución de este cultivo.

Generalidades:


Nombre científico o latino: Olea europaea


- Nombre común o vulgar: Olivo, Olivera, Aceituno, Acebuche, Oleacea.


- Familia: Oleaceae.


- Origen: Región mediterránea.


- Etimología: Su nombre deriva del término latino "óleum" que significa "aceite".


- Árbol emblemático de la cultura mediterránea.


- La Olea europaea es un árbol muy extendido en España y muy apreciado desde la antigüedad por sus frutos, las aceitunas, y la calidad del aceite que de ellas se obtiene.


- Los ejemplares añejos, muchas veces centenarios, procedentes de antiguas plantaciones aceituneras, son utilizados en la actualidad con fines ornamentales.


- Pueden vivir más de 1.500 años.


- Árbol frondoso, de crecimiento lento, que no suele pasar de 10 m de altura.


- Tronco, grueso e irregular, llegando a retorcerse y hacer formas como torturadas.


Características:


Olivo, acebuche u oleastro (nombre científico, Olea europaea L.), árbol
perennifolio, longevo, que puede alcanzar hasta 15m de altura, con copa ancha y tronco grueso, retorcido y a menudo muy corto. Corteza finamente fisurada, de color gris o plateado. Hojas opuestas, de 2 a 8 cm de largo, lanceoladas con el ápice ligeramente puntiagudo, enteras, coriáceas, glabras y verde gris oscuras por el haz, más pálidas y densamente escamosas por el envés, más o menos sésiles o con un peciolo muy corto. Flores bisexuales o polígamas, en panículas axilares multifloras, con corola blanca. El fruto, la aceituna, es una drupa suculenta y muy oleosa de 1 a 3,5 cm de largo, ovoide o algo globosa, verde al principio, que precisa de un año para adquirir un color negro-morado en su plena madurez.


Continuara...